Juliana Terán ha localizado un asteroide que deberá ser estudiado durante unos años para determinar su órbita

La adolescente boliviana de tan solo 15 años ha comentado en diferentes medios la suerte que ha tenido de poder participar en un programa para jóvenes cuyo fin era buscar nuevos asteroides.

Juliana ha comentado que su profesor de física se dio cuenta del interés que la joven mostraba hacia estos temas y contó con ella para participar en la campaña «ABASC». Este programa boliviano recibe ese nombre ya que su finalidad es «la cacería de asteroides». El programa recibe su nombre por las palabras en inglés «All Bolivian Asteroid Search Campaign».

Su instituto contó con la participación de otros estudiantes, unos 5 o 6 según indicaba la joven, que también estarían dispuestos a encontrar un nuevo asteroide.

Desde «ABASC» proveen a los jóvenes de herramientas y programas para dar con los nuevos cuerpos: analizando una serie de «sets»enviados desde Miami y con un programa de astrométrica que aprendió a utilizar gracias a su profesor, Terán pudo dar con el, por ahora nombrado, asteroide 2022 GX13. «Tenía que analizar el set con delicadeza, es un poco complejo buscar los cuerpos porque son pequeños, y en este caso era muy pequeño, tuve que hacer zoom para ver si coincidían las imágenes, las características, los movimientos», indicaba la adolescente.

Diploma en el que se reconoce el descubrimiento de la joven
Diploma en el que se reconoce el descubrimiento de la joven
Órbita provisional del 2022GX13
Órbita provisional del 2022GX13
 

Juliana señala que, una vez estudiada la órbita, es posible que contacten con ella para ponerle nombre al asteroide

En la entrevista, la joven señaló que desde la NASA deben ahora estudiar el recorrido del asteroide durante unos años antes de ponerle un nombre definitivo. Es cierto que de momento no le han dado seguridad sobre esto, pero le han informado de que, como ha sido ella la que ha dado con el nuevo asteroide, será ella la que nombre al nuevo objeto de estudio de la NASA. De momento no tiene muy claro que nombre le pondría, pero ha comentado que le gustaría que se llamase VIP, en honor a su lugar de nacimiento: Villa Imperial Potosí.

Ahora Juliana tiene claro que este descubrimiento le ha hecho apasionarse aún más por la física queriendo enfocar su futuro a ello.