Se pretende reducir el consumo de alcohol y ultraprocesados, primera causa de problemas cardiacos en España
El Plan del Ministerio de Sanidad para luchar contra las enfermedades cardiovasculares pretende reducir el consumo de alcohol y productos procesados.
Entre las medidas que más polémica han generado está la de limitar el consumo de alcohol, sobre todo cerveza y vino, en bares y restaurantes. Se aconseja desde el Ministerio ofrecer agua del grifo como bebida por excelencia, y no incluir en los menús bebidas alcohólicas. Al menos, no se obligará a esto, como en un principio se pensaba, ya que se habrían creado grandes discrepancias.
Y es que esta medida puede suponer pérdidas para los establecimientos hosteleros, ya que parte de las facturas de los clientes es la bebida que se ha consumido. El agua del grifo se ofrece de forma gratuita, y esto mermaría la cuenta final.
Por otra parte, si lo que se pretende es reducir el consumo de alcohol, no se explica esta medida, pues quien desee consumirlo lo hará en el bar o fuera de él. Se echan de menos otra medidas orientativas o preventivas que alerten de los riesgos que provoca el consumo.
Esto se enmarca en la estrategia para promover la adopción de hábitos saludables, y conseguir un cambio en la salud cardiovascular del país. Dicha estrategia, entre otras medidas, pretende también disminuir los productos y bebidas poco saludables de las máquinas expendedores (sobre todo si se sitúan en colegios, o lugares vulnerables).
Los problemas de corazón y sistema circulatorio son una de las principales preocupaciones del sistema de salud público. En este sentido, el consumo de ultraprocesados y alcohol está desaconsejado por completo. Pero para completar esta estrategia, también vendría bien un mayor control del etiquetado y composición de los alimentos.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid ha subido a sus redes sociales, a modo reivindicativo, una foto de una copa de vino. También se han pronunciado otros políticos de diferentes partidos.